Open/Close Menu Unidad de Salud Reproductiva

Durante la gestación es recomendable que la mujer siga una serie de pautas que le ayudarán a tener un estado de salud óptimo.
Estar esperando un hijo no significa estar enferma, así que se pueden realizar multitud de actividades, pero hay que tener en cuenta que el embarazo puede suponer algunas limitaciones para la futura mamá.

Higiene Personal

Las mujeres embarazadas deben tener un cuidado especial de la dentadura, puesto que durante el embarazo los dientes se vuelven más sensibles y las encías de debilitan.
Además de comer carne para no estar debilitada, los suplementos alimentícios pueden evitar el constante sangrado de las encías. Al principio del embarazo se deben cepillar suavemente las encías, pero si a lo largo del embarazo se notan más débiles (gingivitis), se debe consultar al dentista. El uso de colutorios puede mejorar la salud bucal y eviatar que la gingivitis se convierta en periodontitis, la enfermedad más grave de las encías que incluso puede provocar parto prematuro.
Otra zona que requiere una atención especial son las partes íntimas, las infecciones vaginales son la segunda afección más frecuente en embarazadas por detrás de la anemia. Para reducir el riesgo se aconseja utilizar un jabón íntimo para lavar bien los genitales.

Evitar malos hábitos

Cuando una mujer es consciente de que espera un hijo debe dejar atrás hábitos o costumbres que puedan producir un daño en el futuro bebé:

  • Alcohol
  • Tabaco
  • Drogas o medicamentos: aunque los medicamentos sirvan para aliviar un dolor, es necesario preguntar al médico si se pueden tomar embarazada, ya que por ejemplo los analgésicos son capaces de atravesar la placenta y producir daños en el feto.

 

Durante la gestación se debe mantener especialmente una alimentación equilibrada, aunque no se debe comer por dos, como se creía anteriormente, es cierto que la embarazada debe asegurarse de que incluye todos los tipos de alimento y nutrientes esenciales cada día. Platos ricos en hierro, como legumbres y carnes con alto contenido férrico, evitarán que se produzca anemia y darán energía a la embarazada para que pueda soportar la actividad física.
Otro hábito especialmente recomendable es la actividad física, debe ser de moderada a leve y siempre con el consentimiento del obstetra. No se recomienda empezar a practicar deporte durante el embarazo, si la mujer ya realiza un deporte de forma habitual, deberá adaptarlo a su nueva condición. Si previamente al embarazo llevaba un estilo de vida sedentario, se aconseja caminar para favorecer la circulación y realizar algún tipo de ejercicio.
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En la recta final del embarazo, especialmente cuando se va a alcanzar la semana 40 de gestación, se aconseja caminar para favorecer que la mujer se ponga de parto.

Apoyo emocional

Es muy importante cuidar a la embarazada, el apoyo familiar, en especial el de la pareja es fundamental para que la mujer viva este maravilloso proceso de la forma adecuada. Durante la gestación son habituales los cambios de humor por las variaciones de los niveles hormonales, por lo que ayuda que se sienta querida, escuchada y muy mimada.
A lo largo del embarazo, el estado de ánimo de la embarazada varía, es muy habitual que tras la alegría inicial al saber que espera un hijo, venga un periodo de tristeza o desánimo por las molestias típicas de los primeros meses. El segundo trimestre es donde la mujer se siente con más energía y se ve mejor, ha desparecido la angustia, se empieza a notar la tripa pero todavía conserva facilidad de movimiento. En la recta final del embarazo, es habitual que el estado de ánimo sea distinto, a la incomodidad por el exceso de peso, el dolor de espalda y la movilidad reducida se suma el miedo al parto y la ansiedad por ver al bebé y comprobar que está sano y todo ha ido bien.

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